Palabras del neolenguaje

Recuerdo o creo recordar hace unos años que cuando no estabas de acuerdo con ciertas cosas la gente argumentaba y aquel que se quedaba sin opciones para rebatir a veces terminaba con insultos.

Hoy día se sigue la misma tónica solo que se ha incorporado una variable según la cual cuando en ciertos temas que se discuten no se está de acuerdo y una de las dos partes ya no tiene argumentos dice ciertas palabras determinantes que dan a entender que la otra parte mantiene unas opiniones y posturas que no son razonables y que incluso resultan ofensivas. A veces también hay quienes son más directos y sin tener ningún argumento sueltan estas palabras, como si ellas mismas encerraran todos los argumentos que pudieran tener. Hay quienes se ofenden porque las equiparan con insultos, aunque en mi opinión para nada lo son.

Las palabras determinantes o llamémoslo mejor palabras del neolenguaje a las que me refiero son todas esas que contienen los sufijos -fobia e -ismo. La primera no quiere decir que alguien que argumente una postura contraria en algo ya sea “añada nombre de aquello que no le parezca correcto+fobia”. Una persona que siente horror y angustia cuando está cerca de una araña seguramente si será aracnofóbico, mientras que una persona que piensa de una determinada manera no la convierte en X-fóbica, más aún cuando sus motivos vienen argumentados porque por muy cerca que esté de alguien que no le guste no sentirá el pánico irracional que puede sentir con las arañas. Ocurre es que el no pensar de una determinada manera te convierte rápidamente en X-fóbico. Si hablamos de -ismo nos referimos a las doctrinas, que por pensar A o B uno se convierte en -ista, cuando en realidad puede tener sus motivos para pensar así. Tanto los sufijos -fóbia y -ismo los expresaría mejor diciendo que son básicamente movimientos, blanco o negro, izquierda o derecha. Cualquier forma de pensamiento como explique en una publicación anterior siempre es clasificada en un sistema dual y la gente debería entender que no por el hecho de pensar de una forma ya puedes ser tachado de lo que para ellos significa el contrario. Obviamente siempre existirá el odio por el odio donde se piensa de una manera sin motivo y ello no justifica tampoco el uso del neolenguaje porque principalmente es situarse al mismo nivel que la otra persona, aunque todo sea dicho, las personas que tienden a situarse en los extremos son en realidad los más hipócritas que hay.  Porque todos en mayor o menor medida somos o hemos sido hipócritas en algún momento de nuestra vida, pero los hay quienes llegan a ser más falsos que los billetes del Monopoly.

Volviendo al tema del neolenguaje, en ningún caso el uso de éste está justificado porque equivale a la herencia heredada. El hecho de que un individuo tache a una tercera persona de un X-fobia o X-ismo por pensar de una forma diferente, no es que lo diga por cosecha propia si no porque los medios de comunicación se han encargado de decir que pensar X es igual a ser Y. Obvio repito que siempre habrá gente lobotomizada y que piensen sin razonar pero no me refiero a ellos. Básicamente le han dicho que 2+2=5 que lo repite sin cesar como si lo hubiera pensado él cuando en realidad es lo que le han dicho que repitiera y eso es como si mis padres son millonarios, me compran un deportivo y voy diciendo a todos aquellos que por sus razones no lo quieran tener que el mío es mejor que el suyo. No hay ningún mérito, no hay nada conseguido por uno mismo y aunque lo hubiera no sería idóneo porque en el primer caso conllevaría no salir del sistema dual al que una y otra vez somos sometidos y en el segundo caso quedaríamos de presumidos.

Para finalizar, no hay nada incoherente en que una persona que no está de acuerdo con la homosexualidad, transexualidad o bisexualidad tenga amistades similares o estar en contra de una religión y tener amistades que crean en ella o pensar de una manera y relacionarse con gente contraria a su postura. Como tampoco no gustarte para nada el fútbol y tener amistades que sean aficionadas a un equipo u otro.

La base de una convivencia consiste en el respeto de la mentalidad de cada uno siempre que sus actos no perjudiquen a terceras personas. Claro que como expresé en un post anterior, no somos iguales con lo que el umbral de nuestra sensibilidad varia de una persona a otra y hace que nos ofendamos y enfrentemos, aunque no es justificable por ello etiquetar a alguien.